Llevaba un mes internado en el Sanatorio Otamendi, donde le practicaban cuidados paliativos.

El humor argentino acaba de perder a una de sus risas más emblemáticas: la de Carlos Sánchez, a su vez responsable de tantas carcajadas en un público que supo deleitarse con sus ocurrencias. En la mañana de este martes 2 de marzo, más precisamente a las 6.45, el corazón de este hombre de 68 años dejó de latir en el Sanatorio Otamendi, adonde se encontraba internado desde el 2 de febrero como parte de su tratamiento por un cáncer que en las últimas semanas, después de años de lucha inquebrantable, no le ofreció tregua alguna.